martes, 28 de julio de 2009

... sólo a-dios he dicho: todo esto...

jueves, 2 de julio de 2009

¡Qué triste tener un pájaro muerto en el pecho!

miércoles, 13 de mayo de 2009

Mujer despiadada, Eva te llamaron hace mucho tiempo, Afrodita, Venus; aún tengo el desorden mortal en que convertiste mi pulso, los retratos que hicimos de nosotros con rebato y alfileres en imágenes ajenas, y el cauce de tu río: el único que acogió el mensaje que envié dentro de una botella.

viernes, 10 de abril de 2009

Marco está loco. Completamente pirado. LO AMO.

Logró que tuviera miedo dentro de mi casa. Por eso me gusta escucharlo... tiene la capacidad de reducir las risas de todos a un: - Ah no mames... :| -.

La historia es muy larga y además no me pertenece asi que sólo mencionaré algunos de highlights: un vagabundo atropellado lleva a seres casi zombies (oh me encantan los zombies) asesinos quiza por un bien final a mi casa donde intentamos descifrar algo de la investigación que encontramos en papeles que tiró el vagabundo; uno de los nuestros decide que él quiere ser el centro de la historia e intenta asesinar a varios de nosotros para un ritual que aún no comprendíamos; descubrimos los asesinatos macabros que fueron disfrazados con una obsesión de representar escenas familiares que en realidad tienen como propósito que no salga nada de las puertas del infierno que abren esos amigos enloquecidos poseidos por un par de anillos y que poseen la llave que sólo es sombra (que no puede destruirse, a menos que alguien entre al infierno y cierre por dentro).

Todo fue un verdadera desastre. Tuvimos perdidas que no podrán reponerse.

Pero bueno, vendrán más aventuras... Siempre tendremos el Burdell King.

miércoles, 8 de abril de 2009

¿Por qué me odias tanto, Divino Destinador de imágenes, y me diste un vacío enorme y la estupidez suficiente para creer que va algo dentro?

¿Por qué no me dejas morir de un lado a otro de mi cama, en medio del fuerte que armé para que no se suba ninguna de las garrapatas que enamoran de imposibles a doncellas descuidadas...

¿Por qué no me diste una mano más fuerte que no se canse tan facilmente de vaciar y vender lo que plantaste en mi camino...

¿Por qué no me diste un día más largo, una luz más fuerte para escribir otro rato, para que no muera de frio...

¿Por qué no me has dado una noche sincera, un sueño ligera, unas mangas más largas de vuelos, un cuerpo para los viajes, una cubeta para vaciar y tirar mis anhelos?

¿Por qué no me diste donde encontrarte?

viernes, 3 de abril de 2009

El día de hoy me gustaría contar una historia muy vieja que tiene un muy buen título:

La historia de Aurora, Ricardo y el conejo.

Aurora llevaba mucho tiempo jode y jode con que quería un conejo. Pero Aurora es muy específica, y tenía en mente un conejo muy especial: uno que se pareciera a Ricardo (güerejo, peludo y de ojos gigantes). Después de mucho días o semanas o meses... o quiza solo fueron unas horas en las que ella hablaba del conejo que iba a comprar, nos pusimos en busca.

Primero lo primero: ¿dónde se compra un conejo en la zona de Coyoacán? La más informada debía ser, por supuesto, una persona que viviera por ahí ¡Frida era la solución a la primera incognita! Nos preparó croquis y todo para llegar a lo que Aurora llamaba la Conejería (el lugar prometido por los dioses).

¿Cuántas personas se necesitan para ir a comprar un conejo? Muchas más de las que piensan aparentemente. La excursión original contaba con solamente tres sujetos a los que fueron uniendose otros por diversas causas: Alonso porque nos cae bien, la Princesa (más conocido como Javier) por que hace buena plática, Hans Nepomuceno para hacernos reir, Nuria y su valor para practicar el regateo, Mariana por que tenía que ir por ahí y obviamente Ricardo para asegurarnos que el parecido fuera el suficiente para justificar el cambio de término de Conejería a Ricardería.

Las complicaciones no se hicieron esperar: el croquis de Frida no tenía ni pies ni cabeza... ni brazos... ni pecho... ni señalaciones verdaderas. El motín empezó en la más pequeña de la comitiva: Mariana, con sus 1.55 mts. proclamaba libertad para todos, también para los conejos que querían enjaular. Yo proponía que siguieramos el consejo de mi hermano para llegar a cualquier lugar: caminar en espirales. Pero ambas fuimos ignoradas cuando Nuria recordó donde estaba la conejería que Frida había intentado señalarnos.

El siguiente freno fue que el tip de la conejeria era una pista falsa... en esa tienda de mascotas no vendían conejos y no querían hacer pasar a uno de los perros por uno. Sufrimos grandes momentos de desesperación y sufrimiento hasta que alguien dijo que fueramos a una tienda grande a unas diez cuadras de donde estabamos. Apesar de la flojera , fuimos. En el camino intenté convencer a Ricardo que se cortará la mano y me la diera, y que si lo hacía, podría controlar al mundo entero en un magnifico plan que tenía que ver con una lengua magnificamente ejercitada.

Finalmente llegamos y vimos a los conejos. Parecía que todo sería ahora miel y amor (lo digo también por Nepo que confesó su zoofilia al ver a las ratas egipcias). En una de las cajas vimos el conejo perfecto: color canela, mucho cabello y ojos enormes que podrían en realidad ser canicas. ¡El conejo tenía que llamarse Ricardo ante tan tremendo parecido! Esta situación nos confundió a todos pues entonces Ricardo ya no podría ser llamado Ricardo y deberíamos empezar a llamarlo conejo. Ricardo (o debería decir conejo) tuvo en ese momento una fuerte crisis de identidad, no sabía su nombre, su edad, ni siquiera su especie. Y a pesar de eso, Aurora decidió que era ese el conejo perfecto para ella y le dijo a la encargada que se lo diera. Lo sacaron, lo pusieron en una caja, lo pagaron y finalmente nos dijeron algo que hasta el día de hoy sigue haciendo bolas a Ricardo Persona... Ricardo Conejo en realidad es hembra.

martes, 27 de enero de 2009

En realidad no creo en dios... Aunque sería interesante tener un dios pagano, me parece muy cómodo tener alguien a quien echarle la culpa o agradecerle todo.

Pero ese dios es una linda imagen, y un buen nombre para un amigo imaginario.

Mira Dios...

Mira Dios:
Tú nos diste las cosas que hay aquí. Encima de mi, abajo del piso y al lado de los colores y las muñecas de este lindo río.
Pero mira, Dios:
¿Has visto caer la lluvia sobre los edificios?¿Has visto caer un pájaro sin un soporte?¿Un tiempo sin un segundo?¿Un alama que quiere ir a tu cielo sin ningún transporte?

Mira Dios:
La lluvia cae asi por que el cielo y la tierra son amantes, por que él la alimenta y por que a veces le enoja que la tierra nos de tanto cuando nosotros llenamos el cielo del humo del cigarro, del humo de los carros, de las fábricas de refresco, de explosiones terroristas y más que nada, de sueños nunca concretados.

Mira Dios:
Los pájaros caen así por que no quieren ver a los lados, por qué el cielo los cego cuando ellos se entregaban tanto. Caen así por qué les gusta sentirse vivos y también por que los pobres estan medio pirados.

Mira Dios:
El tiempo nos hace muchas trampas, y el único lugar donde esta es la melancolía de una mirada, en los ojos de una mujer triste, de un perro hambriento, en la cabeza de un niño cabizbaja; por que al tiempo lo feliz no le interesa y se queda atontado mirando el perfil de una mujer enferma, sola y enamorada.

Mira Dios:
Nosotros nacemos con un poco de tu alma, y crecemos y nos acostumbran a que estas aquí y allá y en todos esos lados se nos queda tu cachito de calma; entonces nos aceleramos y queremos volar, pero se nos olvida que para eso estan los ángeles y las hadas. Y que las niñas con su traje de primera comunión lucen bonitas y el cura lo dice y lo comprueba; y que el cofre de tu voz se cierra, y que son estupidas nuestras poses de inocencia; que no hay zapatos de bailarina que se muevan hacia ti, que no hay nube tan densa, que los héroes de aquí fuman tabaco, y que en el cielo no hay eso, que las nubes no saben a nada; que allá no hay patria a quien defender, no hay lujuria por quien luchar, no hay hermanos a quienes llamar equivocados, no hay como ayudar; no hay viajes, no hay esa música dura y triste, no hay fotos, no hay imágenes, no hay espejos en donde reflejarse.

Mira Dios:
A mi nunca me gustaron tus libros, ni tus cuadros, ni tus rituales. Pero me gustas tú aunque no nos conozcas; Hola Dios, yo soy Martha, así se llama también mi madre. Yo creo en la muerte y ya, no creo en nada más. Yo no quiero ser nada, no pido más que una buena mirada, unas cuantas palabras, no pido más que pequeños trazos de vida, que pocas frases de aliento; no tengo más que esta pobre y triste esperanza.

Mira Dios:
Mis pies estan mojados y no me importan las fortunas, me importan las luchas y la gente que lucha, porque el pueblo es pueblo cuando se siente pueblo; y tú eres tú porque yo te siento.

Mira Dios:
Tú sigue creando.
Yo sigo escribiendo.